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miércoles, 23 de mayo de 2012

7025.- JEAN-MICHEL MAULPOIX



Jean-Michel Maulpoix (Montbéloard, FRANCIA 1952) es poeta con una larga trayectoria que se descubre en libros como Une historie de bleu (1992), L´ecrivain imaginaire (1994) y Domaine plublic (1998). Ha publicado ensayos sobre Michaux y R. Char, junto a textos de poética como Du lyrisme (2000) y Le poète perplexe (2002).

OBRAS:

Poésie et récits

Locturnes, Lettres nouvelles/Maurice Nadeau, 1978.
La Parole est fragile, Cheyne, 1981.
Emondes, Solaire, 1981, rééd. Fata Morgana en 1986.
La matinée à l'anglaise, Seghers, 1981.
Dans la paume du rêveur, Fata Morgana, 1984.
Ne cherchez plus mon cœur, P.O.L, 1986.
Papiers froissés dans l'impatience, Champ Vallon, 1987.
Précis de théologie à l'usage des anges, Fata Morgana, 1988.
Recherche du soleil levant, Fata Morgana, 1990.
Portraits d'un éphémère, Mercure de France, 1990.
Dans l'interstice, Fata Morgana, 1991.
Une histoire de bleu, Mercure de France, 1992, rééd. coll. Poésie Gallimard en 2005.
Les Abeilles de l'invisible, Champ Vallon, 1993.
L'Ecrivain imaginaire, Mercure de France, 1994.
Un dimanche après-midi dans la tête, P.O.L, 1984, rééd. Mercure de France en 1995.
Domaine public, Mercure de France, 1998.
L'Instinct de ciel, Mercure de France, 2000.
Chutes de pluie fine, Mercure de France, 2002.
Pas sur la neige, Mercure de France, 2004.
Boulevard des Capucines, Mercure de France, 2006.
Journal d'un enfant sage, Mercure de France, 2010.


Essais

Henri Michaux, passager clandestin, Champ Vallon, 1985.
Jacques Réda, le désastre et la merveille, Seghers, 1986.
La Voix d'Orphée, José Corti, 1989.
Léon Zack ou l'instinct de ciel, La Différence, 1991.
La Poésie malgré tout, Mercure de France, 1996.
La Poésie comme l'amour, Mercure de France, 1998.
Du Lyrisme, José Corti, 2000.
Le Poète perplexe, José Corti, 2002.
Adieux au poème, José Corti, 2005.
Pour un lyrisme critique, José Corti, 2009.



Traducción Florence Baranger-Bedel



El azul no hace ruido.

Es un color tímido, sin segundos pensamientos, presagios ni proyectos, que no se precipita bruscamente a la mirada como el amarillo o el rojo, sino que la atrae hacia sí, la domestica poco a poco, la deja acercarse sin apuro, de manera que en él se hunde, y se ahoga sin darse cuenta de nada.
El azul es un color propicio a la desaparición.
Un color en donde morir, un color que libera el color mismo del alma cuando se ha desvestido del cuerpo, cuando ha salpicado toda la sangre y se han vaciado todas las vísceras, las bolsas de todo tipo, para mudar de manera definitiva el mobiliario de nuestros pensamientos.
Indefinidamente, el azul se evade.
No es, a decir verdad, un color. Más bien una tonalidad, un clima, una resonancia especial en el aire. Un apilamiento de claridad, un tinte que nace del vacío agregado al vacío, tan cambiante en la cabeza del hombre como en los cielos.
El aire que respiramos, el vacío aparente en el cual se agitan nuestras formas, el espacio que atravesamos, no es más que este azul terrestre, invisible por lo cercano, haciendo cuerpo con nosotros, vistiendo nuestros gestos y nuestras voces. Presente hasta en la habitación, aun con las persianas bajas y las lámparas apagadas, insensible prenda de nuestra vida.







Las mujeres de ojos negros tienen la mirada azul.

Azul es el color de la mirada, desde adentro del alma y del pensamiento, de la espera, de la ensoñación y del sueño.

Nos place confundir todos los colores en uno.
Con el viento, el mar, la nieve, el rosa muy suave de las pieles, el rojo de los labios cuando ríen, las ojeras blancas del insomnio alrededor del verde de los ojos, y las doraduras marchitas de las hojas que se escaman, fabricamos azul.

Soñamos con una tierra azul, una tierra de color redondo, nueva como el primer día, y curva como un cuerpo de mujer.

Nos acostumbramos a no ver claro en el infinito y esperamos largamente al borde de lo invisible. Convertimos en música las discordancias de nuestra vida. Este azul que nos recubre el corazón nos libera de nuestra condición claudicante. En las horas de tristeza, lo esparcimos como un bálsamo sobre nuestra finitud. Es por eso que amamos el sonido del violonchelo y los atardeceres de verano: nos acuna y nos adormece. Cuando llegue el día, la ilusión del amor nos cerrará los ojos.







No crean que todo este azul esté desprovisto de dolor.

El mar no es una imagen ingenua clavada con alfileres en la habitación por encima de la cama entre los peluches y joyas de fantasía.

Cuando el corazón ya no nos late, acechamos el vasto mar en los charcos de la calle para beber nuestra miseria a lengüetadas y ofrecer a nuestro deseo algo parecido al cielo. A veces, miramos intensamente a los ojos a nuestros semejantes, esperando encontrar el mar y hundirnos brevemente.

Frotamos nuestra piel en la habitación contra la piel de otro, en busca de una electricidad azul y el bello arco del flechazo.

Intercambiamos de lejos señales de humo con nuestros semejantes. Con los brazos colgantes, permanecemos solos sobre la pista y masticamos su polvo mojado de lágrimas invisibles. Estamos aquí por poco tiempo: algunas palabras, algunas frases, tan poco bajo las estrellas, solo eso entre todo el resto. Azul en la boca, hasta la última hora. Voz blanca, voz manchada, conjurando la muerte, abrazando la muerte, escuchando sin temor crujir los huesos del cielo y del mar.








Nueve días en el mar como en una iglesia.

Solo con los dioses, con su ausencia. La presión de sus manos invisibles sobre mis hombros. Solo para comparecer ante el azul. En el domingo inmenso del mar. Bebiendo del espacio como un ebrio. Bocanadas de angustia y de creencia. Deseando agregar más cielo al cielo y agua salada al mar. Llorando, bañado de abismos. Feliz de ya no reconocerme.

Me gusta encender un cigarrillo en el medio del mar. Un minúsculo punto rojo sobre el azul. Un punto incandescente, chispeante y caliente. Significa que existo : soy una semilla, una pepita de hombre, una parcela de alma en llanto, tan pronto a arrodillarme como a desaparecer.



Jean-Michel Maulpoix, Une histoire de bleu, Poésie Gallimard: Paris, 2005.








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