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domingo, 25 de marzo de 2012

6461.- MARÍA PEIRÓ

María Peiró:"Nací en Valencia (España) el 9 de junio de 1.959. Estudié primaria en las Escuelas de Don Juan de Dios Montañés, de mi ciudad, hasta los trece años y posteriormente en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, también de Valencia, durante tres años más.
A los quince años comencé a trabajar en una academia de enseñanza privada donde, al mismo tiempo, estudiaba para graduarme.
Tras contraer matrimonio en 1981, me traslado a vivir con mi esposo a Euskadi y posteriormente a Gandía (Valencia). Tras nueve años, volvemos a instalarnos en Valencia capital, donde residimos hasta hoy.
Desde hace veinte años trabajo en el departamento administrativo de una empresa privada de Valencia.
Uno de mis poemas fue seleccionado en el certamen III Diálogo Poético Entre Civilizaciones 2003 convocado por la Cadena COPE de Radio, pasando a formar parte de la antología Siempre con el Mar, editado por Alfaguara
Desde septiembre de 2003 asisto a los talleres que imparte el poeta Víctor Puertodán, donde he realizado todo tipo de ejercicios teóricos y prácticos, en poética, narrativa, crítica literaria, teatro, guión cinematográfico, etc.
Tengo confeccionado mi poemario "Conatos" y en preparación otros dos más.
Pertenezco a la asociación cultural valenciana Espaciarte 2000 con sede en Valencia, de la que soy miembro fundador.






Mensajera

"... la mirada del que huye
de su sombra de si mismo de la vida"
Carmen Megías



Mensajera soy de tus palabras,
de tus tripas infantiles, tu vejiga destilada.


Mensajera de tus muecas con olor a olvido,
de tus manos detenidas,
de tus pequeñas muertes.


La mensajera de tus nudos,
de tus días agrupados,
tus meriendas con leche cautelosa,
las malditas muecas que revientan nolotiles,
tus paseos de hospital,
tus amapolas viejas.


Mensajera de la boca perseguida,
de la lengua que se calla,
de los ojos que se cierran y resignan su horizonte.


Mensajera de la purga grande que te habita,
que te clava en el sillón
y ha tapiado tu espinazo con cemento.








Judit


A esto fue que no llegó la mujer, a llorar
la araña que teje en la luz
de una casa, con el rayo
y la ternura, con esa nube de chispas, a lamer
en su centro la voz de la cordura y a dejar
el vientre por las colchas
del tornado, a cantar
en la calle la terquedad de no seguir, a sudar
este vaho de vivir fuera del hombre.


A esto fue que no llegó la mujer, a esto
la vida de su entraña, a sembrar esta tela con entrega,
esta mano de caricia, a beber esta
sombra de raíces,
largos años que caben dentro de un minuto
en la nova de cualquier momento, a cegarse
siempre en burka, a buscarse en los injustos,
en sus mandamientos y normas del dios
de la verdad, a esto es que no vino la mujer.


Mientras es tallada y abolida, hasta que la sujetan
como a una medusa ante el espejo, después
que la infantil sea devuelta sin infancia.
Con el orgullo de la estrella, vuela entonces,
sigue subiendo años, cae
ahora de golpe, vuelve de la inocencia
a la mentira, a no ser ya una mariposa.












Árbol y cofre




Vengo en tus ramas anidando,
en tus raíces,
-imprecisa soledad de tierra-
saciando vengo de la sal el paladar.
En tu vientre de anillos,
cofre de las arras que me sujetan,
en tus bisagras para el viento
en tu corteza
áspera talla de cuchillo y lluvia
vengo atesorando las esporas de mis celos,
vengo guardando mis risas de plata,
mis baratijas necias...
ocultando vengo en tu pálpito de árbol
mi corazón de fruta,
mi pan de oro madurado.






Arma mater


Mater amantísima,
matrona miedo de la estopa que se mete cuero en las neuronas,
mater loba con ímpetu de sobra para el celo,
mater para el huevo en eclosión,
mater acrópolis caliente y hielo de la entrada;
la estrada mater del cálido embrión
y el crédulo empujón que media en las aceras.
Mater híbrida para las fieras que acometen íncubos,
que meten su nariz
y entre los miedos aparecen con fálicos desplantes.
Mater de los vientres y los días grávidos,
vida mater de los viernes.









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