Chona Madera
OCTUBRE: "Voces del encuentro y el desafío"
Biografía
Poeta de tendencia intimista con predominio de la poesía elegíaca y amorosa que publica toda su obra, a pesar de su nacimiento a principios de siglo, durante la postguerra española.
Asunción Madera (Chona Madera), nace en Las Palmas de Gran Canaria en 1901.
Colabora desde muy joven en revistas y periódicos insulares mostrando su vocación poética.
En 1954 es incluida en la Antología de poesía femenina, realizada por Carmen Conde.
A finales de los años sesenta traslada su residencia a Málaga, donde permanece hasta 1979.
Fallece en Las Palmas de Gran Canaria en 1980.
Hitos
En 1944 se da a conocer su primer libro, El volcado silencio, en la Colección para treinta bibliófilos dirigida por Juan Manuel Trujillo. Tres años después se editará en Madrid una segunda edición. Su siguiente libro de poemas, Mi presencia más clara , aparecerá tras nueve años de silencio editorial, en el año 1956. A partir de este momento las publicaciones de nuevos poemarios se suceden con cierta periodicidad.
Durante 1961 se publican Las estancias vacías , con prólogo de Luis Benítez Inglott.
En 1965 aparece La voz que me desvela y al año siguiente Los contados instantes.
Durante su residencia en Málaga se editarán Continuada señal (1970) y Mi otra palabra (1977).
Ven la luz, en Barcelona, (1979), sus Obras completas, con prólogo de Sebastián de la Nuez.
A Esperanza Vernetta de Quevedo, entrañablemente)
Cuántas calles andadas. Cuántos caminos.
Techos, paredes cobijándonos.
Y como sutil viento,
Circunstancias
Que por imprevistas,
Nos sorprenden.
¡Siempre algo ciego que a su antojo
Nos forja cien posturas,
En otras cien negando, cuanto somos!
Qué soledad tremenda
Sentirnos golpeados,
Por esta otra verdad que no es la nuestra.
Por esa otra luz
Creciendo en descontento
En el lento cansancio de las horas.
Triste y lejos (apenas si el pañuelo
En una despedida inacabable)
El defraudado...
Y por él,
Mientras la vida dura, ¡cuánto llanto!
(De Las estancias vacías)
SOLO ASÍ DESDE SIEMPRE...
A Luis Benítez Inglott
I
Tu esencial alimento soñado es, amor,
Tu comunicación siempre es intento,
E inalcanzable tu ambición,
Tu diálogo.
No obstante, cuánta felicidad brota de ti.
(También la angustia del imposible
De ti surge,potente)
Común a todos los climas de la tierra,
Tu llama, tu calor.
Tú, la gran fuente de la dicha
(también en ti los oscuros pozos del dolor.)
Tú, el árbol sembroso e inmarchitable
A través de todos los tiempos.
A veces,
Defectuoso manantial,
Raquítica planta sin arraigo ni flor...
Tú, la inescrutable selva de cada ser,
De cada alma
El abismo insondable...
Elegir es tu necesidad;
Siendo en parte el elegido
Un nuevo ser por ti creado.
Y aunque sales afuera,
Buscas tu imagen,
Sólo vas en quien te siente
Y como un dios,
Aún en el fracaso centelleas
Y en nada pierde tu virtud.
II
Aún ignoro tu urdimbre,
Tu combustión;
El porqué te produces
Y tu aparente muerte:
Ya que sólo es lapso o trasmutación.
III
Sólo así te veo, amor.
Así tu signo personal;
Tu capacidad de dios, manifestándose;
Tu presencia tangible y tu victoria.
Sólo así.
Sólo así desde siempre, amor
(De Las estancias vacías)
Antología de Poesía Amorosa Contemporánea
Recopilación de Carmen Conde
Editorial Bruguera, Barcelona, 1969
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