BUSCAR POETAS (A LA IZQUIERDA):
[1] POR ORDEN ALFABÉTICO NOMBRE
[2] ARCHIVOS 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª 6ª 7ª 8ª 9ª 10ª 11ª 12ª 13ª 14ª 15ª 16ª 17ª 18ª 19ª 20ª y 21ª BLOQUES
[3] POR PAÍSES (POETAS DE 178 PAÍSES)

SUGERENCIA: Buscar poetas antologados fácilmente:
Escribir en Google: "Nombre del poeta" + Fernando Sabido
Si está antologado, aparecerá en las primeras referencias de Google
________________________________

miércoles, 9 de mayo de 2012

6909.- PIEDAD MORALES



Piedad Morales (1956 - 2012)

Piedad Morales nació en Puerto Berrío, Antioquia, Colombia, en 1956. 
Una poeta irreverente, una feminista enérgica y ante todo una mujer alegre. Esa fue Piedad del Carmen Morales, activista antioqueña del Movimiento Social de Mujeres, quien con sus metáforas pintó el amor, la desigualdad y la guerra; y con su voz defendió los derechos de la población femenina. Aunque la muerte la sorprendió el pasado lunes 23 de abril en Medellín, su labor dejó abierto un camino para quienes luchan por la igualdad.

Sonriente, trigueña, de cabello crespo, nariz achatada y ojos rasgados, Piedad vivió con pasión y no escatimó detalles para alcanzar la felicidad. Amante del cigarrillo, el vino y la buena comida, siempre se dejó influenciar por la noche, la música y el baile. La suya fue la existencia de una persona que llegó para gozar todos sus derechos y vivió para que otras mujeres se liberaran de la opresión.

Piedad Morales nació en 1956 en el municipio de Puerto Berrío, Magdalena Medio Antioqueño. Aunque fue enfermera de profesión, le dio un punto de giro a su vida cuando abandonó su trabajo en el Hospital Mental de Antioquia para dedicarse de lleno al feminismo en la década de los ochentas. Desde entonces se destacó por su lucha para erradicar las violencias contra las mujeres, la promoción del pacifismo y su apoyo a las víctimas del conflicto.

Uno de los mayores legados de Piedad fue la cohesión de los movimientos sociales, tejiendo lazos entre distintas colectividades. Desde1985 hizo parte del Movimiento Social de Mujeres y Feminista, a principios de los noventa se convirtió en socia de la Corporación Vamos Mujer y participó en varios proyectos de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean, en 1995 fue cofundadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres por la Solución Negociada del Conflicto y desde el año 2000 se unió al colectivo Mujeres de Negro.

Silvia María García Ángel, directora de Mujeres que Crean, relató que los inicios de Piedad en la lucha social estuvieron ligados al movimiento Mujeres Demócratas. Pero fue en el colectivo Las Mujeres de los Lunes, donde “se acercó a esa labor de ayudar a la población femenina, desarrollando un camino en el que abandonó otro tipo de visiones y propuestas.”

Las adversidades que aparecieron en su labor feminista y su vida personal, enriquecieron su espíritu poético y “después de trasegar, luchar y caer en las profundidades, Piedad resurgió como más fuerza en su voz, sus palabras, su escritura y su poesía”, según expresó su amigo Sergio Alejandro Ríos.

En el ámbito literario, esta poetiza fue coeditora de la revista Nuestro Espacio, entre 1988 y 1989; fundadora del grupo Las Cigarras, dirigiendo la revista del mismo nombre; y ganadora del IV Premio de Poesía, con su poemario “Sortilegio de azares”, otorgado por Ediciones Embalaje – Museo Rayo, en Roldanillo, Valle.

Además participó en la Expedición por la Cultura Colombiana, en 1995, y también desde esa fecha asistió al Encuentro de Mujeres Poetas en Roldanillo. En sus últimos años enfocó sus esfuerzos en el proyecto Carnavalenguas, con el que promovió la no violencia contra las mujeres desde una apuesta musical y literaria.

Entre los libros que escribió se cuentan  Indicio Inquietante (1993), Lluvia en la Memoria (2003) y Des Hojada Palabra (2006) Antes de su muerte logró finalizar una obra que permanece inédita y que podría ser presentada en junio del presente año durante el Encuentro de Mujeres Poetas en Roldanillo.

Así lo reveló su entrañable amiga, Teresa Aristizábal Sánchez, coordinadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres, quien por más de 30 años recorrió senderos de ensueño junto a Piedad, “construyendo proyectos y soñando con cambiar el planeta.”

Ella considera que la muerte de su amiga fue intempestiva y los sorprendió a todos, porque Piedad llevaba varios años desafiando una enfermedad cardiovascular que le había causado otros dos infartos.

Para Silvia esa resistencia tal vez fue prueba de "la vitalidad que le impuso a todos los actos de su vida en la lucha por los derechos humanos de las mujeres y por la construcción de un país y una ciudad con modelos de desarrollo equitativo."

Muchos recordarán a Piedad como una luchadora incansable, una líder generosa y una amiga invaluable que abrió su corazón a todas las mujeres. Otros como Sergio Alejandro, seguirán pensando en ella como un hada “porque con sus chistes y su amplia sonrisa irradiaba alegría, dándole un toque mágico a todos los momentos que se compartían con ella.”

Piedad Morales falleció en la madrugada del 23 de abril de 2012 en la ciudad de Medellín, Colombia.





DE PIEL Y ARENA

2005

El desierto dejó impresa en piedras 
bitácora de luz paciencia
La arena nos trae al recuerdo la mar
Los pelícanos con su sonrisa colgante
El olor a selva y a profundidad

La piedra caracol aridez
le dictó al agua las primeras burbujas
y el arquetipo de las ranas

La piel es casa 
cobijo agua
Sílaba del dolor 
Sentimiento erizado
Albergue cierto 

Huele 
Conoce
Sabe
Respira mezclando-nos

Pergamino memorioso
Mapa guarida de ansias anhelos
Complicidad de mucosas
humedeciendo emociones roce
que enuncian marea interior

Ella no miente
Conoce lenguaje de los átomos
y sus incertidumbres

Arena y piel
integran casa templo
en este cuerpo con el que habito el desarraigo
Cueva de mis miedos
Caldero en el que cocino las palabras




Nosotros

Nos creemos los noticiarios
La prisa aplaza la risa
El juramento el juego
La mentira al amor
Navegamos por el universo
mortales e indefensos
inocentes y perversos

Nos inventamos lenguajes neutros
Borramos dialectos antiguos
Convidamos al olvido
El perdón se nos ha vuelto un pretexto
convertido en condición divina

De todas maneras somos la esperanza
Junto con pájaros pétalos
Florecemos sal de la creación




Abuelas Tejedoras de Oráculos

Desde épocas remotas
tejen el vestido de la descendencia 
Prole nómada alegre

Las arrugas son pliegues en la memoria
lunares repiten constelaciones y estrellas
Las abuelas aderezaron en ánfora
Aromas protectoras
Ungüentos sanadores
Hechizos ensoñación

En tiempos de oscura soledad
Pego el oído a la caracola del tiempo
Para escuchar sus canciones
Que me recuerdan el alegre origen







AZOGUE

“Una no puede decir, sólo se acerca”
MARIA ZAMBRANO



Rosa Fuego

A Sara Rayo, ante su jardín de crespones

Crespón de roja lengua
Perforas las entrañas del silencio
en busca de las palabras
Que
en rictus de ausencia
deletrean soledades



Huso

Conchita de memoria
enquistada en manos 
de abuelas Quimbayas



Eco

Recuerdo
humedece de sal
barquito de la infancia



Padre Real

Desmonto el altar en el que te consagré
Intacto e inocente
Rey
Principe
Guardián que nunca estuvo
Para espantar las manos ponzoñosas del abuso
Los azotes del maltrato

Señor del reino de la ausencia
Caricias y palabras tan lejanas
Que no alcanzan este dolor a consolar

La niña sostiene el cántaro que te guarda
Ya no estás intacto
Ya no eres inocente




Funeral de Alas

Tu nectarino aleteo
no logró atravesar 
la arena sólida 
en el ojo del dios que te soñó
Colibrí



Tramador de Claroscuros

Ante una exposición de Omar Rayo

Hombre que trae en el nombre
todo el verde azul preñado de sal y de nostalgia
Califa en el jardín de tu madre
donde te brotaron la risa y los colores

Tu blanco y negro 
Incendia el claroscuro del verbo
Enardece las líneas divisorias

Inundas el vacío de laberínticas colchas y carpetas
De cruces con Cristos sin llagas
Jardines con Marías alegres
Revelas las curvas hechas de rectas

Guerrero antiguo y humano
Bajas hasta el andén de las ninfas
A reconciliarte con la vida





Urdimbre Celeste

“Abre la noche sus vitrinas para exhibir sus mercancías”
León de Greeif

El cielo baña con vaho de estrellas
los ribetes del caserío
Un delgado hilo sale del fogón de la aurora
ahumando el despertar de los pájaros

En las casas descansan
mujeres y hombres de esperanza
Apacibles los corazones
Se aprestan a tejer en sueños el canto

A esta hora entiendo las cifras de tu nombre
La Unión
De los seres con sus alegrías y afugias
Con sus ganas de vida digna 
Y la matria a cuestas

Vereda la Unión, Comunidad de Paz de San José de Apartadó, 
Colombia, Septiembre de 2005.




Desertora

Me piden que hable del dolor de patria
Sin embargo se la truequié 
a la esperanza por la matria
Sus blasones 
Sus himnos y banderas 
Pueblan a Colombia de destierro
En las noches violan las niñas
En las mañanas enrolan a los jóvenes
que acuden a matar a otros jóvenes en su nombre

De doler
Me floreciste en las palabras




Cálida Tormenta

Al Ángel de Chocolate
En su enésimo silencio 

De donde vienes las mañanas son 
oleaje amarillo de trinos y petaladas orugas
Allí la luna es enjambre de mieles y risas
En tardes de nubes lilas
se ve un cisne bordear la laguna

De donde vengo
Se agota el rocío
El agua esta salobre
Ardo
Deslizo las manos en laguna de cisne 
Y recobro alegría de grano de arena
Entonces no soy mas tiempo ni espera
Ni reloj ni playa
Solo esta deletreadora de líneas




Desde el Silencio

Llegas mar de caracolas
A recordarle a poros espuma
color de peces y sonido de burbujas
En las manos desde siempre dibujas nuevas líneas
grutas que no van a ninguna parte 
Socavas fines y principios
Sin permiso
A mansalva 




Saldadas Todas las Culpas

Manchas de mango en bordes de tristeza

Escurridiza alegría en octubre hojeando amarillos

Todos los pájaros rimando con la ausencia

En medio de arco iris 
Lágrimas agridulces

Temblor después del desierto
Palabra que no termina de nombrar
Gorjeo que tirita loras y olor a caña

Cuando atravieso 
Ciega
Despierta
La humedad que estila tu recuerdo




La Poeta

Siempre creí que el poema 
haría inmortal mi carne

- Estas palabras se cocinan en la misma fogata del infinito
donde Platón trata eternamente de rescatar las suyas-

De qué voy a hablar

Sin alma
El espíritu siempre dilatado
Dis-traído 
D i s p e r s o 

El odio me hace humana
La risa niña
Mujer el dolor 
La ira desobediente
Resiste-ante

La alegría

La poesía tal vez
Solo 
Tal vez
Sostenga viva la enamorada




Resonancia

Sombra 
Pasos en noche de grillos

Sollozo contenido
Inútil muerte

Lágrimas de amor imposible

Trampas

… Corriente arriba
Saliva…
Fluido amoroso 

En días de malos presagios
-noches de guerra-
Declarar huelga

¡Llevan presa la alegría¡

A liberar atardeceres
Aunemos voces para cantar
Canciones de ternura 
Alborozos…

¡A liberar la alegría¡




Alguna Vez Penumbra

Las manos se soltaron de las tuyas
Viajaron 
piel
deseo
Caminos sembrados de soledad

Al fondo del abismo
esperaba agua de nacimiento

Húmeda
ahíta de silencio
la mañana espera
arrullando en el pecho
olvidos

Las aristas 
hunden huellas 
en senderos de regreso
marcan señales
recolectan sabores

Aguardo
Las heridas serán flores disecadas
Reposando en el jardín de las vejeces




Insumisa

A, Antígona: Princesa griega,
hija de Edipo y Yocasta

Afloró de niña a lazarillo
Muchacha jugosa
se supo carne de exterminio
Desobedeció al loco
promulgador de leyes y sentencias

Despacio se dispone 
a despedir al hermano
Besa sus ojos
Le canta una nana dulce

Al alba
Un tropel en la sangre
augura frío





Mujer Con Escoba Y Niño

Barres de dentro para fuera
Espantas sanguijuelas
y malos pensamientos

Un niño sube y baja de tus brazos
mientras intentas
limpiar dolor y olvido
de los andenes de la patria




América Viuda

A Talauula, princesa de la alegría,
en el reino de Abyala.

Me llega un rumor de alerta temprana
En el pantano se ahoga el príncipe
ahíto de gritos y cuerpos sin nombre

Él se hizo un abrigo de diminutas flores
Juntó néctar con libaciones
para 
Con el beso 
diluirlas en mi sangre
Yo urdí esta falda de manglar
ensayé este jolgorio de loras
Me perfumé de alba y hojas

Hoy oro por su alma
abrazada a este hombre
cuya única señal particular
es una diminuta flor 
enquistada en 
su mirada 
ida




NINGUNA GUERRA ES JUSTA

Renuncie  a la guerra justa
No por injusta
Sino por atroz como todas las guerras
El enemigo es la vida
Aceptarlo me costó dolores y pérdidas
No se niega al principio del patriarca
que navega en nuestra sangre
Fémina memoriosa tal cual el agua
Sin que dentro maledicencias
Y una recua de amigas obstinadas
En sembrar flores y comida
en lo que hoy son campos de batallas
abiertas
soterradas bajo cuellos blancos
con apodos siniestros
Y amigos arengando derechos humanos
bajo amenaza de cárcel e injuria
Hoy la amiga es la digna vida y sus consecuencias








No hay comentarios: