ZOI KARELI
La poeta, dramaturga, traductora y ensayista Zoí Kareli (su nombre real era Jrysula Aryiriadu) nació en Salónica, GRECIA en 1901 y murió en la misma ciudad en 1998. Era miembro de una antigua familia tesalonicense. Estudió, dentro del ambiente familiar, lenguas extranjeras y música. Realizó estudios en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salónica. Formó parte del consejo redactor de la revista Kojlías.
Libros de poemas:
Ruta (1940),
Tiempo de muerte (1948),
Fantasía del tiempo (1949),
De la soledad y de la arrogancia (1951),
Calcografías e iconos (1952),
Casandra y otros poemas (1955),
El barco (1955),
Cuentos del jardín (1955),
Antítesis (1957),
El espejo de la media noche (1958),
Poemas (1973,en dos volúmenes, que contenían los libros inéditos hasta entonces
La encrucijada y Diario 1955-1973
Pequeña antología
(1988, al cuidado de Aléxandros Kosmatópulos, que escribió además el prólogo),
Poemas
(1996, al cuidado de X.A. Kokolis).
Obras de teatro:
El diablo y la séptima orden (1959),
Suplicantes (1962),
Simonís, el heredero de Bizancio (1965, representada en 1966),
Orestes (1971, representada en 1976)
Libros de ensayo:
Sobre la duda (1958),
El absoluto en la obra de Claudel (1959),
Esperando a Godot, o La pasión de la pasividad (1967),
Musicalidad
Bella música de los días
otoñales en Tesalónica
cuando la lluvia cae, a veces, densa
o también ligera , y después nuevamente
se intensifica esa lluvia plateada
de los primeros días otoñales,
tan diáfana y delgada como
una conversación lenta y musical de mujeres
en el otoño de su vida.
De aquellas mujeres que permanecen
tranquilas y en silencio,
un poco orgullosas y melancólicas
y que , a veces , cuando hablan
se apresuran a decir aquello
que tal vez quisieran olvidar.
(1955)
Traduccion de Nina Anghelidis-Spinedi
El Árbol
Me extiendo como las ramas, como las hojas,
sensaciones tengo alrededor de mi cuerpo, recuerdos
murmullan, se tocan, se mueven
tranquila o fuertemente.
Parecen iguales las ramas,
el viento de la vida
con juegos y luces,
muestra su diferencia.
Parecen iguales todos los días,
pasan por encima de mí.
Me rodea el día,
la noche me abraza.
Se doblan las ramas, las hojas,
los recuerdos, las sensaciones chocan contra mí,
pájaros hacen su nido en secreto,
voces escondidas en las más densas
y frondosas ramas de la fantasía.
Como si se avecinara una tormenta,
el embellecimiento de las cosas me golpea.
Mi cuerpo recto se sostiene,
se queda inmóvil el alma y crece
como si no le importara mi atavío…
que se va y regresará,
se marchita y se cae
para brotar otra vez mi vida
Traducido por Andres Aguilar
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