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domingo, 24 de junio de 2012

7230.- AZARÍAS H. PALLAIS


Azarías H. Pallais
Azarías H. Pallais fue bautizado con el nombre Azarías de Jesús Pallais (León, NICARAGÜA, 3 de noviembre de 1884 – 6 de septiembre de 1954, León) poeta, sacerdote y humanista nicaragüense. Perteneciente al grupo del Vanguardismo. En sus escritos figura su tendencia a la Teología de la Liberación. Es formador del llamado grupo de Los Tres Grandes (Alfonso Cortés, Salomón de la Selva y Azarías. H. Pallais).
Nació en la ciudad colonial nicaragüense de León. Sus Padres eran el Doctor Santiago Desiderio Pallais y Doña Jesús Bermúdez Jerez (Sobrina de Máximo Jerez). Cursó su educación primaria en el Seminario Conciliar de San Ramón en León y los estudios secundarios en el Instituto Nacional de Occidente del que en el futuro seria director.
De joven ingreso en el Seminario de San Sulpicio de París. Fue ordenado Diácono el 25 de diciembre de 1907. El 4 de julio (1908) recibe su Título como Licenciado en Derecho Canónico por el Arzobispo de París y el 14 es ordenado sacerdote. Estudio en la Universidad de Lovaina (Bélgica) quedando encantado con el estilo y vida de la Ciudad de Brujas. Durante alguno de los viajes del “Príncipe de las Letras Castellanas” (Rubén Darío) se conocieron, descubriendo Darío el intelecto de Pallais; tras la muerte de Rubén Darío, el sacerdote dio un memorable discurso en los funerales. Aprendió el griego, latín y el hebreo2 según datos recopilados por sus estudiosos.
Entre sus cargos se destacan el de orador del Seminario de León, director del Instituto Nacional de Occidente y de la Academia Nicaragüense de la Lengua y Párroco de la ciudad de Corinto desde 1938. En León promovió la acción social fundando la Asociación El Agape de Tarsicio, publica la Revista El Surco.
Durante un viaje al San Salvador se le otorga el doctorado Honoris Causa, es criticado y calificado de “inconsciente e irresponsable” por su posición ante las situaciones sociales por el Arzobispo Núñez y Argumeo, Pallais reacciona dedicándole un poema de tal modo de no nombrarle.
En 1953 la Universidad Nacional de Nicaragua había decidido otorgarle el doctorado Honoris Causa, el se prepara y a última hora la Universidad cambia de decisión y se lo otorgó al Embajador Norteamericano. Protestan por tal insulto hacia la persona del Padre Pallais, y sus amigos en desagravio por el suceso, le rindieron homenaje en León, participando en el acto el poeta jesuita Ángel Martínez Baigorri.

Su literatura esta llena de simbolismo y misticismo, una marcada tendencia a retomar como influencia las Sagradas Escrituras y los Libros de las Horas propias del estilo religioso de su tiempo, es también marcada la tendencia de su personalidad a ser “rebelde y constestario” al pensar y opinar a favor de la Teología de la Liberación; con este estilo bien marcado, criticó a las clase política de entonces (Conservadora y Liberal). Los escritores nicaragüenses Pablo Antonio Cuadra y Ernesto Cardenal ven en él al precursor del Vanguardismo religioso y literario. El movimiento Vanguardista le impuso el Título de Capellán.
Su principal obra la publica en 1928 titulada Bello Tono Menor. De 1930 – 1936publicó en diferentes periódicos de la época lo que el llamó sus “Glosas” que según el poeta Pablo Antonio Cuadra es “una de las formas más originales y bellas en que se ha expresado la literatura nicaragüense”.

Sus libros

Poesía
A la sombra del agua (1917)
Espumas y Estrellas (1919)
Caminos (1921)
Bello Tono Menor (1928)
Epístola Católica a Rafael Arévalo Martínez (1947)
Piraterías o Caminos que están por debajo de la historia (1951)
Antología (1963);
Obras completas. Tomo I (1979);
En los bellos caminos del silencio (1984);
Antología (1986);
Caminos (2004)

Prosas
El libro de las palabras evangelizadas (1927)
El Padre Pallais y sus Glosas (1979) Compilación de J.J. Minguez.

Muerte
En 1954 mientras se dirigía a Corinto en tren, sufre un ataque de apendicitis, posteriormente muere en el Hospital San Vicente de León el 6 de septiembre de ese año, después de haberse restablecido de la cirugía. Murió por un infarto agudo del miocardio. Su descenso fue en el ambiente en que vivió, con la pobreza franciscana que profesó, fue sepultado en Corinto por petición suya durante su vida.




ENTIERRO DE POBRE

Entierro de pobre, ya sabes, amigo.
No quiero que vengan los otros, conmigo.

Los otros, aquellos del otro camino,
los que me dijeron: es agua tu vino.

Los que sacudieron mi rama florida
Para tejer burlas, en charla subida.

Entierro de pobre, ya sabes, amigo,
sin flores horribles de trapo, contigo,

Y mis cuatro hermanos bellos, silenciosos,
sin esa etiqueta, sin esos curiosos,

Sin los obligados que dicen: debía
venir al entierro y en charla vacía,

Prosiguen narrando su gracioso cuento.
Entierro de pobre.  Mi acompañamiento

Será de unos pocos.  La misa temprano,
de aquel Padre Valle, canto gregoriano.

En iglesia pobre y un solo cantor:
misa verdadera de Nuestro Señor.

También te suplico, me libres, hermano,
del insulto magno.  Al diario profano,

Que a diario blasfema, dile, que no es cierto,
que quién le ha contado que me hubiese muerto

Que estoy bueno y sano y así no dirán
sus majaderías de parrampamplán:

Noble, generoso, digno, caballero,
ciudadano probo, patriota sincero,

De firme carácter, hombre superior...:
y otros disparates del mismo color.

Acuérdate hermano de todos aquellos
versos de mis libros, silenciosos, bellos.

Del «Agua Encantada», de estos mis «Caminos»
que son el consuelo de los peregrinos.

De «Espumas y Estrellas», del «Libro Menor»
que a todos encanta por su buen olor.

Entierro de pobre, ya sabes, amigo.
No quiero que vengan los otros conmigo.




AQUEL PADRE VALLE

Aquel Padre Valle! verdaderamente,
que así fueran todos; pero no, señor.
Los otros reciben de la mala gente-
Barba Azules, lobos-, en Tono Mayor,

Dignas alabanzas: muy inteligente,
de buenas maneras, culto, liberal,
no anda con los pobres, sigue la corriente
del mundo, sin regla de uso medioeval;

Dice a los ministros, mi querido amigo,
visita al banquero, tiene mucha influencia,
las viudas enfermas ignoran su abrigo,
pero los señores le piden audiencia.

Las viudas enfermas ignoran su abrigo,
pero los señores le piden audiencia.

Este Padre Valle pasa lejos, lejos,
como un evangelio bello y silencioso;
este Padre Valle tiene los reflejos
super inefables del amor hermoso.

Sus ojos, sus labios, «Leyenda Dorada»
y «Brujas la Muerta» en la imitación
de Cristo; celebra su misa rezada.
Y el camino bello de la perfección,

es su buen amigo.  Al verlo deseo
suprimir el lujo de los monseñores,
para cantar Gloria in Excelsis Deo
con la silenciosa voz de los pastores.

Que iban florecidos en la noche aquella,
en el día blanco de la noche buena:
la mula y el buey, mansos, y la estrella
y la virgen ¡Ave Gratia Plena!

Hermano de versos dormidos, poeta,
hay dísticos, perlas de doble fulgor:
por el Padre Valle, Safiro y Violeta,
la luz de tu libro segundo y menor.





Y EL UNICO QUE SALVA,
QUÉ SE HIZO

Agua de la luz, hermana,
dime, no has visto pasar,
a Jesús, nuestra fontana,
nuestra lluvia, nuestro mar?

Si le vieras Encantado
y Encantador pasa y pasa.
Pero con llave y candado,
se encierran todos.  No hay casa,

que a sus dulces golpes, abra.
Y el sigue llamando afuera,
Esperoso.  La palabra
sustancial de verdadera

perfección, cierra sus alas,
sus alas de juventud,
mientras pasan estas malas
influencias, esta virtud

que florece tenebrosa,
en Vargas Vila y Voltaire.
Fuera de Jesús, gloriosa
Rosa de un amanecer

inacabable, ninguna
riqueza tiene valor.
El es la buena Fortuna,
el Buen Tiempo, el Buen Amor.




BALADA DE LOS SUICIDAS

Ojos claros, serenos y misericordiosos,
te pedimos, oh Padre, para ver la partida
de aquellos que se fueron sin acabar su vida.
Ojos claros, serenos y misericordiosos.

Con los ojos cerrados, pobres niños, a oscuras...
Jesús el Viernes Santo se conmovió por ellos,
cuando para tres días, cerró los ojos bellos.
Con los ojos cerrados, pobres niños, a oscuras...

Se les pasó la vida golpea que golpea...
Vamos de puerta en puerta, pero sólo una cosa
calma nuestros anhelos, Hermana Mariposa.
Se les pasó la vida, golpea que golpea...

Si Dios nos revelara cuáles son los caminos...
Hermano que te acercas, hermano que te alejas,
fuera de mi rebaño yo tengo otras ovejas.
Si Dios nos revelara cuáles son los caminos...

Sólo Dios ha contado los verdaderos muertos...
Mi espíritu es un viento que sopla dondequiera:
el humilde que viva y el soberbio que muera.
Sólo Dios ha contado los verdaderos muertos...
Ojo de Agua escondido de la Samaritana...
Voltaire y Vargas Vila pasan, los dos blasfemos-
aguas turbias; nosotros, aguas limpias busquemos.
Ojo de Agua escondido de la Samaritana...

Vivamos nuestra vida muy silenciosamente
como los niños locos de yo juego, tú juegas,
burlándonos de aquellas fatalidades ciegas.
Vivamos nuestra vida muy silenciosamente.

Ciegas para los hombres, pero el Ojo divino...
¡Padre Nuestro, murmura la hormiga franciscana,
es tu luz, de mis ojos, la silenciosa hermana!
Ciega para los hombres, pero el Ojo divino...

Ojos claros, serenos y misericordiosos,
te pedimos, oh Padre, para ver la partida
de aquellos que se fueron sin acabar su vida.
Ojos claros, serenos y misericordioso.




LA BALADA DE MIS HERMANITOS LUSTRADORES

Los limpia-botas, duques de la gitanería,
alegres Cortadillos, traviesos Rinconetes,
merecen doce palos de la mayor cuantía,
puesto que son bribones, granujas y pilletes.

El señor Monipodio, la célebre Montiela
y también la Camacha... recordando lugares
comunes de la parda, regocijada escuela,
en las siempre vividas Novelas Ejemplares...

Son estos limpia-botas muy buenos aprendices
de ladrón, así gritan, los periódicos graves;
los señores ministros orondos y felices,
henchidos, viento en popa, como si fuesen naves,

dicen: ¡Así me gusta! Los buenos periodistas
deben ladrar ahora, con ladridos de perro,
por la sagrada causa de los capitalistas,
por el dios amarillo de las cajas de hierro.

Jesús habría dicho: Mínimos preferidos,
humildes limpia-botas, hermanitos menores,
odres completamente limpias, vuestros oídos
y mis palabras, vino de los tiempos mejores.

Ahora que recuerdo, para estos limpia-botas,
Villon nos dio sus versos, su prosa Rabelais
y Cervantes, voz llena de pintorescas notas,
un eco de pilletes y de granujas fue.

Skakespeare el gran maestro de poetas humanos,
en todos los aspectos, ayer, mañana y hoy,
en Black Friars, teatro de los «Negros Hermanos»
fue jefe de pilletes llamados Skakespeare Boys.

Incontables pilletes, hubo en las muchedumbres,
que siguieron los pasos del Maestro Divino.
¡Que broche d’esmeraldas fueron sus mansedumbres,
para cerrar los mantos oscuros del destino!

Se afana el limpia-botas y quedarán pulidos
los hombres, aunque sea con brillo de los pies.
Es Parábola, donde claros y resumidos,
vemos todos los tiempos prehistóricos. Es
la prehistoria, como la historia, movimiento
de pies que van y vuelven. ¡Que me tiendas la pata,
querido hermano lobo! ¡enclavado, sangriento,
el Dueño de la Mano divina que rescata!

El hombre que blasfema tiene pies en la boca,
todos los Vargas Vila, vesánicos enfermos,
de furia Volteriana, desesperada y loca
escriben con pie firme, brutal de paquidermos.

El hombre de las fauces abiertas, usurero,
el de las dos personas, bilingüe bicolor,
el de voz golpeada, sin modos, altanero
y malo siete veces, el abandonador...

Y otros que yo no quiero mencionar por ahora,
¿qué son, sino continuo movimiento de pies?
Las manos de Jesús Príncipe de la aurora!
¡Estas sí! dice Pablo, reclaman interés.

El señor Monipodio, la célebre Montiela
y también la Camacha,... recordando lugares
comunes de la parda, regocijada escuela,
en las siempre vividas Novelas Ejemplares...




DELANTE DE ARZOBISPOS HUMANOS, DEMAS...

Ahora más que nunca, a Desiderio José, Cardenal
Arzobispo de Malinas.

Anverso

Es obispo, la Cruz lleva por fuera:
Y en el alma por dentro, mis ojos no ven nada
de Jesucristo, nada de aquella Luz primera,
donde es flor de divinos espejos, la mirada.

De eficacias cristianas, sustancialmente nada,
es una pantomima de meros adjetivos,
y tiene, muy humano, boca desmesurada
con sus siete blasfemias de dientes incisivos.

Goteados los años, noches innumerables
son para sus oídos regocijados cuentos;
en sus islas aislados, los incomunicables
rechazan el concurso de los experimentos.

Oír con los oídos cristianos, bien despiertos,
no quiere; se da vueltas sus dado corazón;
pues oye, con oídos inservibles y muertos,
las tantoporcienteras palabras de Mammón.


Reverso

Desiderio José, Cardenal de Malinas.
Fue de los verdaderos discípulos, Mercier:
Estos son los humanos espejos de divinas
luces para los ojos limpios d’amanecer.

Cardenal de Malinas, ¡éste sí!  ¡éste sí!
Quedó toda la casa llena del buen olor.
Están recién nacidas todas las cosas y
con sus pies bienandantes, pasa Nuestro Señor.

Nos oye con oídos hermanos y su boca
nos habla con dulzura, van y vuelven sus pies
siguiendo nuestros pasos, primiciera nos toca,
su mano, con la gracia del divino interés.




A LINO ARGÜELLO,
EN EL VI ANIVERSARIO DE SU MUERTE

Todos los de las andas...

Aquí están los borrachos, los locos, los poetas,
los anónimos equis, los y griega, los zetas,
los Poe, los Villiers, los Barba Jacob, los
enfermos incurables del Hospital de Dios.
Faltaban los Villon, Barbey D’aurevilly,
y Silva con sus tres fríos «Nocturnos» y...
Pues Carlos Baudelaire con sus Flores del mal,
Verlaine, el trasnochado, franciscano Verlaine,
padre y maestro mágico que dijera Rubén,
todos los de las andas, tracatán, tracatán,
empapados de luna, transidos de misterio,
todos estos que nadie quiso tomar en serio,
vagos en lista negra, tracatán, tracatán,
todos los de las andas, aquí están, aquí están,
empapados de luna, transidos de misterio,
cómo entonces podría tomárseles en serio.
Sólo aquel Don Quijote rodador de fortuna,
Sólo aquel San Francisco hecho de sol y luna,
pues los otros solemnes señores estirados
están en sus pomposos sillones bien sentados
y con cuánta paciencia logran, quién lo diría,
después de mil avisos, ver a su Señoría.

Versos, Lino, tus versos, pueriles menudencias,
pálidas transparencias, olvidadas esencias.
Versos, Lino, tus versos, de un pájaro, de un niño,
de una flor, de una voz, de un cesto de cariño.
Caballo de buen paso metido en andadura,
senderitos de mayo colmados de esperanza.
Un pozo y una tapia, y en el piano de enfrente
ved cómo está de hinojos, embobada la gente.
Es que estaba tocando la Carmen Valladares,
y entonces de lejanos, de luminosos mares
soplaba sobre el piano la Canción de Simbad
y se encendían todos en dulce claridad.
Lino, querido Lino, te acuerdas de tu casa?
Doña Leocadia Prado? Doña Chana Sacasa?
Doña Jesús Carcache? Los Pallais? Los Argüello?
Los Aguilares? - Buena marca de ley, con sello
de nobles hijosdalgos de representación?
Y aquel Padre Canuto de La Recolección?
Y la tías abuelas haciendo cigarrillos
con unos ademanes clásicos y sencillos,
se mecían las horas como barcos de vela
y por las calles iba soñando la Gabriela.

Versos, Lino, tus versos, desmayados ponientinos,
tardes agonizantes, ópalos ambarinos.
Es inútil la vida? Qué se hizo la esperanza?
Nos tragará la noche con su desesperanza?
La noche de la mano con Schopenhauer va.
La noche, grazna el cuervo de Poe, nunca más,
la noche sospechosa del doctor D’Aretal,
la noche y noches del pecado mortal.
Versos de pesadilla, tracatán, tracatán.
Los muertos de las andas aquí están, aquí están.
Aquí están los borrachos, los locos, los poetas,
los anónimos equis, los y griega, los zetas,
empapados de luna, trasidos de misterio,
todos estos que nadie quiso tomar en serio.
Todos los de las andas, tracatán, tracatán,
todos los de las andas, tracatán, tracatán.




LOS QUE NO SOMOS GENTE

Qué lástima, no puedo. Disculpe, mas ahora
yo tengo muchas cosas que arreglar. Otro día
no vendrá usted de balde, mi amigo. Sin demora
cumpliré su demanda como si fuera mía.

Los que no somos gente llegamos a deshora,
con las puertas cerradas, bajo la noche fría,
fracasados gitanos de la turba incolora
que volvieron y vuelven con la mano vacía.

¡No! ¡No! ¡No!, todos pasan diciendo. Vuestras puertas
son para los caminos de las ciudades muertas,
mundo, demonio y carne de las Flores del Mal.

Con tal que no nos cierre sus puertas de lejana
claridad Jesucristo, la dichosa Mañana,
la Mayúscula Prima del divino misal.




ESTANCIAS

               
                  Señor mío  Jesucristo-

Ahora que has venido, no te vayas.
¡No nos dejes caer, en tentación!
Serán tu mar, tus puertos y tus playas
nuestras sinopsis de navegación.

Si tu mano divina nos soltara,
vendría entonces la desolación,
aridez sin medida del Sahara,
y sed, hasta la desesperación.

Soltados de tu mano, se despeña,
en cien mil maelstromes, el Infierno,
y la esperanza temporal que sueña,
abre sus alas de pavor eterno.

Soltados de tu mano, ya no corta
sus manzanas de amor la primavera,
la noche niña, huérfana y absorta
por el amanecer se desespera.

Somos sin ti, viajeros sin camino,
mentiras sin verdad, y un permanente
afán de muertos, junto al remolino
de la vida que vive eternamente.

Mas nada, ni nadie nos soltará;
tendremos que sentarnos a tu Mesa,
la Mesa del Jueves que agrupará
la más inmensa muchedumbre espesa

Y tocando las fimbrias de tu manto,
ahora que has venido, no te vayas
que está la gracia del divino encanto,
sólo en tu mar, tus puertos y tus playas.





LA BALADA DE LA VIDA PÉSIMA

a Chocano

Con ojos fatigados, con ojos fatigados,
        yo soy uno que busca.
Has visto a mi Bretaña de paisajes callados?

Con ojos distraídos, con ojos distraídos,
        yo soy uno que busca.
Dónde estará mi Flandes de canales dormidos?

Voy ciego de cariño, tocando y nada toco,
        yo soy uno que  busca.
Haciéndose de señas, dijeron: éste loco!

¡Perros innumerables!  Oh David, tus mastines,
        yo soy uno que busca.
Un Abel.  Nadie sabe cuántos son los Caínes.

Hay ojos encontrados de mala sombra plenos,
        yo soy uno que busca.
Aunque sea un cariño de poco mas o menos.

Ojos como la sombra fatal del manzanillo
        yo soy uno que busca,
nervioso con el miedo fugaz del cervatillo.

Vanos y fracasados los ensayos humanos.
        Yo soy uno que busca.
Al hombre no he podido encontrarle las manos.

Pero no hablo de aquellas que estuvieron clavadas!
        Yo soy uno que busca,
y va por el camino, con las manos alzadas.

La patria es, donde a uno le quieren un poquito.
        Yo soy uno que busca,
y busca y busca y busca, siquiera un pedacito

de patria, qué se han hecho las patrias? alma mía
         que vas peregrinando,
con los pies atrasados de la melancolía.

Se te acabó la tierra! ya no te queda mar!
         y sigues caminando,
con ojos fatigados de buscar y buscar.




LAS SIETE GLORIAS DE LOS LADRONES

1º- "Pendant qu'il vivait, boivait."
                        Mientras vivía, bebía
   "Pendant qu'il vivait, volait"
                        Mientras vivía, robaba.
            La mayor parte de los llamados
ladrones, que por haber robado, están
metidos dentro de la cárcel, no han
robado nunca; pero en cambio muchos de
los llamados grandes señores de este
mundo, van y vuelven a la izquierda, con
verdaderos pasos perdidos, en desfiladeros
de latrocinios; y así como, en epitafio
célebre se dijo de Francisco Rabelais:
             "Pendant qu'il vivait, boivait"
                        Mientras vivía, bebía.
            Así también, de estos llamados
grandes señores, podría decirse:
            "Pendant qu'il vivaient, volaient".
                        Mientras vivían, robaban.

2º- Príncipes contrabandistas.
            Como están ocupadas todas las
entradas y todas las salidas del camino
real de los negocios de los hombres,
tienes, entonces, sí, entonces! que irte, a
la derecha y a la izquierda, por los
caminitos del contrabando que son los
caminitos de Dios.
            Y puesto que, para vivir, tienes
que robar, tú, contrabandista, eres el
único que no roba, y aquellos, que te
cerraron el camino real, son, en realidad
de verdad, fuera de la mentira de las
palabras, los únicos ladrones: y su
llamado camino real es vereda de
contrabando y tu caminito de
contrabando, el Camino Real de Dios.

3º- Piratería.
            Como el Faraón Cocodrilo se
tragó ya toda la tierra ¡tragar fue!, tuviste
que echarte en el mar,
para vivir no te quedaba otro camino
                        ¡Echarte en el mar!

                        ¡Echarte en el mar!
            Y eras, huyendo del Faraón
Cocodrilo, como un niño que juega con
dos abanicos, con el abanico de las
grandes aguas y con el abanico de los
grandes vientos.
            Y el Faraón Cocodrilo era el
porta-estandarte de las piraterías de los
hombres; y tú, pirata, llevabas en tus
manos limpias el oriflama de la libertad
de los hijos de Dios.

4º- El Excelentísimo Señor Marqués de
las Uñas Largas.
            Como era masón de alto grado y
la masonería es la dueña de todas las
llaves, el Excmo. Señor Marqués de las
Unas Largas, entraba y salía, iba y venía
con paso de vencedor por todos los
caminos de la prosperidad de los
hombres; era en el sentido estricto de la
palabra, un hombre de pro, con silla de
primera clase en la asamblea de los
notables.
            Los negocios, desde luego, nacían a
su sombra y crecían y se hacían grandes.
Sus fincas, sus casas, sus vacas, sus
caballos, sus mulas, sus buelles y sus
monedas eran, como se dijo de aquellos
antiguos Valerios, incontables
-Anarithmeton plouton. Y también
incontable la manera, cómo se había
amontonado tan inmensa fortuna, la
manera sin manera de las uñas, de las
uñas largas.
            El trabajo de las manos es con
manera; el trabajo de las uñas sin manera.
            Donde están las manos, hay modos
y módulos y tiempo y compás; donde
están las uñas no hay modos ni módulos
ni tiempo ni compás.
            La mano es la civilización y la uña
la barbarie; la mano es Cristo y la uña el
Anticristo.

            Ahora bien, siendo el dinero el
modo de Satanás y siendo Satanás el
Príncipe de este mundo, era menester que
el Excmo. Señor Marqués de las Uñas
Largas tuviese siempre la mano en el
juego, aquella su mano tan nomano y tan
uña.

5º- El que habla de peras comérselas
quiere.
            Y comienzan los diarios del
llamado Cuarto Poder por debajo y por
detrás, a gritar:
            ¡Está muy caro el maíz!
            ¡Está muy cara la leche!
            ¡Está muy cara la harina!
            ¡Está muy caro el azúcar!
            ¡Está muy caro el arroz!
            ¡El pueblo se está muriendo de
hambre!
            ¡Mucho cuidado con los
acaparadores!
            Y entonces el único y verdadero
acaparador se adueña de todo el maíz, de
toda la leche, de toda la harina, de todo
el azúcar, de todo el arroz, y entonces
también, sí, entonces! comienzan a
guardar silencio los diarios del llamado
Cuarto Poder por debajo y por detrás, y
entonces también, sí, entonces! se ponen
más caras que nunca todas las cosas, el
maíz, la leche, la harina, el azúcar y el
arroz.
            ¡Y más hambre, siete veces más!

6º- Manos que van y vuelven por debajo
y por detrás.
            Y muchas veces la historia del
comercio en nuestras reprivadas que se
llaman repúblicas, es una lista de
asesinatos bajo este sol de los trópicos,
con una asombrosa naturalidad felina.
            Incauto venía el comerciante, por
caminos abiertos, por delante y por
encima, cuando de pronto, una mano de
lo más uña que puedes tú a llegar a creer,
vino por debajo y por detrás, y lo
redujeron al común denominador del
control en los quebrados de Satanás.

7º- El Control.
            ¿Malo el control?
            -Peor.
            ¿Peor el control?
-Pésimo.
Y ni en superlativos, podemos, ni
medio llegar a decir, hasta dónde llega su
maldad, su poneeria.
            Nuestro Señor dice:
"No podéis servir a Dios y a Mammon".
            Mammon es el control.
            El control es Satanás, Príncipe de
este mundo.
            ¡Dicen que tú puedes entrar; sí,
pero tú no puedes entrar!
            ¡Dicen que tú puedes salir; sí, pero
tú no puedes salir!
            ¡Dicen que tú puedes comprar; sí,
pero tú no puedes comprar!
            ¡Dicen que tú puedes vender; sí,
pero tú no puedes vender!
            Y entonces, pues?
            -Pues entonces, control!
            Si después de esta guerra en alto
relieve y con mayúscula ATOMICA,
sigue el control, habrá otra guerra y otra
y otra... hasta que pase la hora de las
tinieblas.  (Haec est hora vestra et potestas
tenebrarum).


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