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martes, 9 de octubre de 2012

8143.- RUBÉN MÁRQUEZ MÁXIMO




Rubén Márquez Máximo 
(Puebla, MÉXICO 1981). Poeta y ensayista. Es egresado del Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica y de la maestría en Literatura Mexicana de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ha sido incluido en las antologías de poesía mexicana: La luz que va dando nombre (1965-1985): Veinte años de la poesía última en México (2007), El oro ensortijado. Poesía viva de México (2009) y Antología de poesía contemporánea. México y Colombia (2011). Es cofundador de la revista electrónica y la editorial “Círculo de poesía”. Ha publicado el poemario Pleamar en vuelo (2008) en Ediciones Alforja. Actualmente es maestro de literatura en el Tecnológico de Monterrey, campus Puebla y Director de la colección Ifigenia cruel. Poesía Iberoamericana.




Vengo a cumplir la ruta de mi vida…

Para Rosaura

Vengo a cumplir la ruta de mi vida
en la pira de tu mar en vuelo
con toda la mirada en lontananza
donde libo de ti la luz de sombras.
Llego de mí con mares muy distantes
al faro de las noches de tu aroma
al dulce tono de tu voz alegre
espera de tu cuerpo entre las llamas.
Abordo todo barco de la tarde
cada ola que canta en tus adentros
porque muero en la gruta de tu muerte
con el ardor de mi último suspiro
en la herida de tu amor que clama
vengo a dejar los mares que he mirado.





Viaje (Fragmentos)

I

Hay un viento que derrama sus destellos
desbordando el fuego y las caricias de las olas
el perfume de la tierra

es el viaje hacia nosotros
hacia el agua que te habita
hacia los colores y las líneas de tu cuerpo

es el mar entre palabras que contienen el silencio de los besos
es la tierra y sus miles de fragmentos fulgurando
envolviendo el aire de nostalgias

es el viaje por la línea que se abre en medio de tus labios
naufragando el sueño de la muerte
las verdes nervaduras de tu alma
tu piel de hoja que se eleva por un mar de viento

y tu íntima mirada se me escurre
y la pupila de la noche      es el mar ante las llamas.





IV

Es el viaje por palabras
que suben por veredas
y del verde van al verde
en medio de los negros
viendo vías lácteas espirales
nebulosas de espuma saliendo de la boca de la noche

es el viaje por el viaje
es el viaje
el viaje
viaje

eso que me da un vértigo cerúleo
cuando palpo los ápices del fuego
las dos puntas que despuntan elevadas

las aureolas
los círculos
los nimbos

las orillas del contorno
la vida saliendo de su límite

me detengo

eres la interrogante en forma de planeta
el viaje en forma de silencio

y de la altura desciendo para ir más alto
para planear más alto y seguir volando
icarizados
nebulantes
siendo árbol sin raíces
siendo raíces sí
pero de nubes
los espasmos de la tierra
la lluvia penetrando el aire
traspasando el cielo

y en medio de todo
hay un sol prendido de la noche
un sol con sus lenguas de fuego copulando en el espacio
con la noche de astrolabios

y la luna
d e rr e t i d a e n b l a n c o
hasta ser un charco de agua
se
hunde
en nuestros cuerpos.





V

Ya hundidos en pleno viento
saliendo de las notas de las hojas
somos la arborescencia
el aire que se esconde entre las olas
la música musitando musas
el sátiro y la ninfa buscando sumergirse
en la fuente derramando agua
la tarde cayendo en fragmentos de luz
en tibio gorgotear de lluvia

e l h o r i z o n t e
l a o r i ll a d e l m a r

y somos la noche
la noche sumergida en espirales
dando vueltas alrededor de los planetas

el luar de la noche
el luar escondido en el follaje

el sonido silencioso de la cauda de un insecto

y nuevamente el luar
el luar danzando
el luar besando el aire
el luar mareando la marea
el luar pintando en el lienzo terrestre

y somos dos astros fragmentados
dos trozos perdidos sin perderse
dos palabras disueltas

copulando

en el corazón del átomo

somos lusol y luzaura

verdiazuleando en el centro del espacio.





Poemas de mar y viento

II

Besaré la mañana llena de tu aroma
el olor a manzanas que rebosa en tus caderas
el vuelo que recorre camas
la marea de ausencia flotando por los cuadros
y será que el mar los hunde
y la balsa de tu cuerpo los sujeta
evitando la caída a lo profundo del lunar oceánico
donde tenerte se vuelve el sueño lento sin amarras
sueño de peces fugaces
besaré el aire de tus labios
la palabra de tu nombre
el hambre que adivino
y el eterno canto chorreando entre tus piernas
cielo negro lleno de colores
besos caerán hasta la hondura de tu vientre
hasta que poco a poco te hundas
con los cuadros y mi cuerpo.



IV

Quisiera atar el nudo corredizo de tus ojos verdes
la mirada que aprietas derramando verde a los costados
la ventana sumergida en la ventana
el nudo de colores marinos perdidos en el verde
tu cuerpo bañado de agua
la hoja azul navegando en el verde
la voz de tu ver que se lleva todo
la verdad del verde
la vena que corre bajo el agua de los cuadros
el nudo de tus quimeras
atarlo todo
estrujarlo
y llevarlo a mi merluza marina.





VI

Abordo tu piel
como si fuera un barco
un remolino

un viento de espuma luminosa
una nota

o una sílaba saliendo de la boca.





VIII

En medio de una noche tibia
temblorosa
te escondes
no diría que te alejas
pero sí te vuelves aire.





XII

Llegaré al mar
encontraré tu cuerpo
el aroma de su arena
donde viajan las palabras
su vientre mar ardiendo
epicentro de penumbras.

Andaré por su rocío
con mi boca
con el filo de mi lengua
hendiré la transparencia
el precipicio de tus labios
hasta oír aquel cantar por dentro
que se vuelve agua.

Buscaré el delirio
espiral de vello oscuro
música que viene
en la mirada   a mar   abierto
    y    el espacio
nebulante y suave
trascurrirá por la pintura.

Atraparé el silencio
el frágil cauterio
que devora
lacerando
encendiendo el fuego las caricias
el caracol y lo que oculta
vacío malva.

Llegaré al mar
y en ti el mar suspira
se levanta
cuando viene el aire
y te vuelves un vuelo de nocturnos
apariencia de las nubes
más profunda que el silencio.
Llegaré a su sonido
y besaré su cuerpo
cada nota
perdiendo las amarras.

Llegaré y te besaré
donde se revela el mar enhiesto
mordiendo las cimas de la noche
los acuáticos jardines de magnolias.





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